Áreas de actuación

Control del tabaco

España cuenta con un exigente marco regulatorio para el control del tabaco

España es uno de los países líderes en el cumplimiento de los objetivos fijados por la OMS para controlar el tabaco.  Además de las limitaciones en el envasado, etiquetado e ingredientes que recoge la Directiva Europea sobre Productos del Tabaco (TPD2) y que todavía estamos aplicando, nuestro país cuenta con un marco normativo propio más estricto que el de otros Estados Miembro. Está prohibido fumar en establecimientos públicos cerrados y de trabajo, el patrocinio y publicidad o la venta de productos por Internet. 

Por todo ello, España se sitúa entre los diez primeros países europeos en medidas para el control del tabaco, según la Escala de Control de Tabaco sobre un total de 36 países que elabora la Asociación Europea de Ligas contra el Cáncer.

Debe tenerse en cuenta la normativa existente antes de avanzar en regulación adicional

Desde la Mesa del Tabaco consideramos que antes de avanzar en regulación adicional debe tenerse en cuenta que España ya cuenta con un exigente marco regulatorio para el control del tabaco a nivel europeo.

Con carácter general, la Mesa del Tabaco considera que con la última transposición de la Directiva de Productos del Tabaco al ordenamiento jurídico nacional, no es necesario ampliar la regulación existente sobre el tabaco, sino velar porque se cumpla la restrictiva legislación actual y evaluar su efectividad antes de llevar a cabo ninguna modificación. 

Esta regulación implica fuertes restricciones en el envasado y etiquetado -advertencias sanitarias que ocupan el 65% de las caras frontal y trasera de la cajetilla-, prohibición de determinadas variedades (reciente prohibición de cigarrillos mentolados) u obligaciones específicas para la declaración de ingredientes.

Nuestra postura sobre:

Empaquetado anti-marca

El empaquetado anti-marca sería una medida desproporcionada e ineficaz que ataca el derecho de propiedad intelectual de los fabricantes de tabaco en la medida en que supone una expropiación de facto de sus enseñas sin cumplir sus objetivos de reducción del consumo, como así ha ocurrido en Australia, Reino Unido o Francia, dónde por el contrario ha habido un incremento del comercio ilícito de tabaco. Supone, además, un grave riesgo para otros sectores económicos, pues abriría la puerta a que pueda extenderse a otros productos de consumo.

Nuevos productos

Los nuevos productos con tabaco calentado, fruto de la innovación y la investigación científica, tienen un perfil de potencial riesgo reducido y por ello su regulación debe ser acorde con sus características.

Fiscalidad

Si bien el precio del tabaco puede influir en ciertos comportamientos de consumo, hay que tener en cuenta un factor prácticamente único de nuestro sector: el comercio ilegal. Un aumento desproporcionado de los impuestos puede ocasionar un desvío del consumo legal al mercado negro que no pasa controles sanitarios, como así ha ocurrido en el pasado en España en los años 2010-2012.