Áreas de actuación
Medio ambiente
CULTIVO
El curado de tabaco funciona utilizando energías renovables en un 81%, superando el objetivo nacional fijado para 2030
Al hablar de cultivo y primera transformación, España ha hecho avances para desarrollar una actividad medioambientalmente sostenible. En 2010, la Junta de Extremadura implantó las normas de la Producción Integrada de Tabaco, que aseguran la sostenibilidad medioambiental y la calidad de la producción de hoja tabaco y su primera transformación utilizando al máximo los recursos y los mecanismos de producción naturales. El cumplimiento de sus obligaciones es certificado anualmente por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), garantizando una producción de calidad y sostenible. Como parte de sus obligaciones, los cultivadores deben utilizar semillas de calidad contrastada, hacer un uso eficiente y responsable del suelo y el agua utilizados, y limitar la utilización de abonos y productos fitosanitarios.
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Actualmente, el 81% de los secaderos funcionan con biomasa, una cuota que sitúa al cultivo de tabaco por encima del objetivo más ambicioso de renovables en energía final, del 32% en 2030, que establece el PNIEC2. Por su parte, la primera transformación se ha propuesto avanzar en la utilización de energía solar, la sustitución de combustibles fósiles por biogás y el uso de vehículos más eficientes y limpios energéticamente para reducir su huella de carbono.
FABRICACIÓN
La fabricación de tabaco ha reducido a la mitad su consumo energético, alineándose con los objetivos medioambientales europeos y nacionales
La fabricación de tabaco en España no soporta una regulación medioambiental ad hoc. No obstante, las empresas del sector han desarrollado un firme compromiso con la sostenibilidad medioambiental. Con anterioridad al establecimiento de las líneas de descarbonización y eficiencia energética del PNIEC, entre 2013 y 2017 los fabricantes de tabaco consiguieron reducir su gasto energético en un 48% y aumentar su nivel de electrificación de un 56% a un 76%, con el consiguiente abandono de combustibles fósiles y reducción de emisiones de CO2. Los datos más recientes sitúan a la fabricación de tabaco como el segundo sector manufacturero más eficiente en términos de su gasto energético por euro producido.
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Más allá de su compromiso con la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, los principales fabricantes de tabaco están comprometidos con el uso eficiente del agua y el reciclaje de residuos del tabaco obtenidos durante el proceso de fabricación para su utilización como compost vegetal, entre otros, contribuyendo así a la economía circular
DISTRIBUCIÓN
La distribución mayorista se ha fijado un objetivo de reducción de emisiones de CO2 del 30% en 2030 respecto a niveles de 2013
La distribución mayorista de tabaco española es la única a nivel europeo reconocida como líder global en la lucha contra el cambio climático en los últimos tres años. Entre las medidas adoptadas, actualmente el 90% de las instalaciones utilizan electricidad con certificación renovable, se reducen emisiones del transporte mediante la continua optimización de rutas y la renovación de acuerdos de flotas de transporte incluyendo criterios de eficiencia, y se ha mejorado significativamente el ratio de emisiones de la actividad gracias al esfuerzo continuo en la optimización de la eficiencia energética de sus procesos e instalaciones.
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La distribución mayorista se ha fijado un objetivo de reducción de emisiones de CO2 del 30% en 2030 respecto a niveles de 2013 (y un 54% en 2050). De esta manera, se compromete con la reducción de su huella de carbono independientemente de la marcha futura de este eslabón productivo, tomando una ruta de reducción de emisiones más ambiciosa que la establecida para España a 2030.
PRODUCTO
Los productos del tabaco con filtros con plástico incluyen un nuevo marcado medioambiental
La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, que transpone la Directiva SUP (de Plásticos de un Solo Uso), es una norma de gran alcance para el sector del tabaco. A nuevas obligaciones -comunes con otros sectores- como la responsabilidad sobre los envases comerciales e industriales y la nueva fiscalidad ambiental, se añade una específica: la Responsabilidad Ampliada del productor (RAP) para los productos del tabaco con filtros con plástico y los filtros con plástico que se utilizan en los productos del tabaco.
También ha ampliado el marcado de envases, con información al consumidor sobre la gestión de los residuos y el impacto medioambiental de una inadecuada gestión. Estas especificaciones de marcado son armonizadas en todo el territorio de la Unión Europea.
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El sector está comprometido con la sostenibilidad y la reducción de residuos. La Mesa del Tabaco apuesta por la concienciación ciudadana, como una de las medidas más efectivas para acabar con el problema de la basura dispersa. Las campañas globales en las que participen todas las partes implicadas y que inciten a un comportamiento responsable frente a cualquier residuo serían las más eficaces en términos de impacto social, como ocurre en otros sectores.
Bajo esta premisa, venimos desarrollando diferentes acciones de sensibilización medioambiental. Estamos adheridos al ´Decálogo Ciudadano contra las basuras marinas'' de la Asociación Española de Basuras Marinas (AEBAM), a fin darle máxima difusión en las acciones de sensibilización.
En 2021, bajo el lema Cuidar el Medio Ambiente, Depende De TODOS, se distribuyeron 30.000 bolsas para residuos y ceniceros portátiles en varias localidades costeras. El sector continuará las acciones de comunicación para evitar la basura dispersa de colillas. Este residuo debe depositarse en las papelas o en el contenedor de restos.
Anteriormente, en 2018, se desarrolló la campaña de sensibilización ‘Depende de TI’, en la que los estancos y tabaquerías canarias prestaron su colaboración colocando un póster informativo en todos sus establecimientos en un lugar visible para el consumidor. Con este mismo objetivo, en colaboración con Paisaje Limpio se desarrolló una campaña de sensibilización durante el festival Músicos por la Naturaleza de 2019, promovido por la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.
El objetivo de estas acciones es concienciar a la población sobre el impacto medioambiental que provocan las colillas mal depositadas, bajo el entendimiento de que este problema requiere la implicación del conjunto de la sociedad.